Pero bueno! Y quién soltó a este loquillo! La expresión de la cara lo dice todo! Como todas tus creaciones Natalia, este sinverguenza es todo un espectáculo… un dulce minino. Otro exito macanudo! Yo soy venezolana, y crecí rodeada de cordobesas que me alegraron la infancia, con su simpática forma de hablar, sus deliciosos e inolvidables alfajores, con sus graciosas expresiones, con ese corazón tan grande que tienen todos los argentinos. Les tocó salir huyendo de Argentina como a mi me toco salir de Venezuela. Un abrazo para vos nena!